martes, noviembre 16, 2010

El Progreso Metropolitano...

Dicen que el progreso está llegando a la ciudad con el Metropolitano. Mucha gente destaca el beneficio que este servicio redita y, sí pues, el tiempo vale oro, pero el oro no siempre significa progreso. "La mejor obra hecha en muchos años" escucho por otros lados; y otra vez: "estamos PROGRESANDO", pero yo me pregunto ¿significa realmente esto un progreso?.
Hoy fue mi primera experiencia "metropolitana" y lo que puedo decir al respecto es que ofrecer un servicio en el que la gente viaja aplastada no es muy progresista, el hecho de que solo quien usa este servicio pueda llegar más rápido tampoco lo es (tomando en cuenta que mucha de la congestión se debe a obras que se vinculan directamente con este servicio). ¿Se habrá pensado en esto durante su proyección? Al parecer no.
Por otro lado, el servicio ofrecido en cada estación tampoco deja muy en claro qué es lo que entiende los responsables de esta obra por "progreso". Las personas encargadas de la orientación (por lo menos en los 3 paraderos en los que estuve) se la pasaban viendo televisión y de rato en rato gritaban:"Retrocedan, detrás de la línea amarilla" o "no se colen" (indicación que, dicho sea de paso, mucha gente prefirió omitir, tal vez por la premura del tiempo), mucha otra gente se aglomeraba en el estribo "midiendo" si es que la puerta cerraría bien con ellos ahí, y solo cuando esta ya estaba a punto de cerrarse completamente daban un paso atrás dándose por vencidos y esperando al siguiente bus. Yo dejé pasar 4 o 5 buses, mi necesidad no es tan grande como para arriesgarme a dar un mal paso y ser titular en un diario chicha. Encima, algunos buses no se estacionaban correctamente, algunos se estacionaban un poco más atrás y otros más adelante, solo 2 de los 4-5 tuvieron un modo correcto de estacionarse. ¿Es esto progreso?
¿Es este servicio lo que necesitaba Lima? Pues sigo pensando que no es así. Lima necesita (desde mi punto de vista como usuario) una reorganización vehicular urgente. El tener corredores exclusivos para un servicio así, disminuyendo los espacios vehiculares, dificulta el tránsito. Y voy más allá, muchos de estos corredores exclusivos se han puesto en vías que ya de por sí eran difíciles debido a que eran estrechas.
En unos años más se podrá hacer un balance más sincero del metropolitano y, por el bien de la ciudad y de quienes la habitamos, espero que se positivo. Mientras tanto, trataré de no hacer uso del mismo, eso de viajar colgado lo dejé atrás con los ENATRUS.




Roberto Roena - El Progreso

Yo quisiera poder aplacar una fiera terrible
Yo quisiera poder transformar tanta cosa imposible
Yo quisiera decir tantas cosas que pudieran hacerme sertir bien conmigo
Yo quisiera poder abrazar mi mayor enemigo

Yo quisiera no ver tantas nubes oscuras arriba
Navegar sin hallar tantas manchas de aceite en los mares
Y ballenas desapareciendo por falta de escrúpulos comerciales
Yo quisiera ser civilizado como los animales
Lá, lá, lá, lá...
Yo quisiera ser civilizado como los animales.

Yo quisiera no ver tanto verde en la tierra muriendo
Y en las aguas del río los peces desapareciendo
Yo quisiera gritar que ese tal oro negro no es más que un negro veneno
Ya sabemos que por todo eso vivimos ya menos

Yo no puedo aceptar ciertas cosas que ya no comprendo
El comercio de armas de guerra de muertes viviendo
Yo quisiera hablar de alegría en vez de tristeza mas no soy capaz
Yo quisiera ser civilizado como los animales
Lá, lá, lá, lá...
Yo quisiera ser civilizado como los animales
Lá, lá, lá, lá...
Yo quisiera ser civilizado como los animales

Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso
Errores no corrigen otros eso es lo que pienso
Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso
Errores no corrigen otros eso es lo que pienso


jueves, noviembre 04, 2010

Teoría de las Ventanas Rotas

Algo que llegó hoy a mi correo y muy interesante...

 

En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social.  Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color..  Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc.  Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto...

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda).  Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto.

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre.¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario  supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?

No se trata de pobreza.  Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales.

Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupació n que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo.  Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling), desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si permitimos que se entreguen las propiedades mal terminadas y con pendientes.  Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito.

Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocida o pasarse una luz roja), si se nos instalan mal las cosas y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves. Si se permiten actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños,  el patròn de desarrollo serà de mayor violencia cuando estas personas sean adultas, más si permitimos se transgredan nuestros derechos como un ejemplo acostumbrado a seguir.

 
Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes. Dejar actuar en mala forma, no nos exime de responsabilidad.

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la  ciudad.  Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes, instalaciones mal hechas, etc. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro.

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de 'tolerancia cero'. La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.

La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la tolerancia cero. No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. 

 
Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana. Frente a la cantidad de mentiras y mediocres explicaciones dadas por algunos de nuestros  Gobernantes de turno, Directores de instituciones educativas, jefes y lìderes comunitarios, de quienes pretenden representarnos aduciendo el manejo de la ley, de quienes ofrecen, mienten e incumplen, atropellando a todos los que no están de su lado y coludiendo a los sobornables y mediocres.

Sobre este tema, es bueno volver a leer esta teoría y de paso, difundirla.

Dr Gustavo Bossi
TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS
EXPERIMENTO SOCIAL